Celebramos la aprobación de la paridad de género para los cargos de Consejeros

El 11 de diciembre de 2019 será recordado como el día en que se dio un nuevo e importante paso hacia una Universidad más equitativa y que se propone achicar las brechas de género existentes en la actualidad. Es que, con el impulso dado por la Asociación de Docentes de la UBA (ADUBA) y diversos actores de la comunidad universitaria, el Consejo Superior de la UBA aprobó la legislación que se propone garantizar la igualdad de género en las elecciones de Consejeros Directivos para las facultades y Consejeros Superiores. 

Para la ADUBA, la búsqueda por la equidad entre las y los trabajadores de la Universidad fue un objetivo planteado desde sus comienzos en el año 1991. Actualmente, a través de la  Secretaría de Igualdad de Género y Oportunidades, se trabaja incansablemente para apoyar las luchas de los colectivos feministas y las disidencias, para visibilizar las problemáticas vinculadas con las cuestiones de desigualdad, dando especial apoyo las acciones que fomentan la participación de todas y todos en los espacios de la universidad en particular y de la sociedad en general.

Consideramos bienvenida esta política de discriminación positiva porque tiene como objetivo impulsar la mayor participación de las mujeres en el espacio de gestión de la UBA y esto, sin duda, repercutirá en cambios sustantivos vinculados con las decisiones y definiciones que se lleven a cabo en cada una de la Unidades Académicas y en la Universidad en su conjunto. 

Porque, como afirma la reconocida investigadora y especialista en género Mariana Caminotti, incorporar mujeres en los lugares de representación no sólo genera cambios visibles concretos -más mujeres-; sino que hay cambios más profundos que se vinculan con lo que ese espacio llevará a cabo a partir de una diferente y más equitativa representación. 

A lo largo de estas décadas, desde ADUBA hemos tenido un papel activo en las reivindicaciones que fueron colocándose en agenda y que estuvieron vinculadas con la búsqueda del fin de la violencia de género en los espacios de trabajo, que se materializan a partir del apoyo brindado para la aprobación en el Consejo Superior de la UBA de un Protocolo de acción institucional para la prevención e intervención ante situaciones de violencia o discriminación de género u orientación sexual. 

Por otro lado, buscamos finalizar con las desigualdades basadas en las pertenencias a determinado género u orientación sexual, que en la Universidad se evidencian en la desigual distribución de los cargos docentes en favor de los varones a medida que se asciende en la jerarquía, situación que  genera una segregación vertical que favorece las brecha salariales entre nuestros trabajadores docentes hombres y nuestras trabajadoras docentes mujeres. En este sentido corre la nueva legislación aprobada el pasado miércoles.