Se realizó la jornada Biblioteca Ayacucho: Un sueño de religación continental

Con motivo de conmemorar el 45 aniversario de su creación, este lunes 1 de julio se realizó una jornada sobre la Biblioteca Ayacucho, organizada por la Secretaría de Asuntos Académicos de la UBA –en el marco del ciclo “Humanidades y Ciencia” del Programa “La Universidad de Buenos Aires para el Siglo XXI”-, y que contó con el apoyo de la Asociación de Docentes de la Universidad de Buenos Aires (ADUBA).

Esta jornada de homenaje convocó a especialistas en torno al gran proyecto cultural venezolano y latinoamericanista que significó la Biblioteca Ayacucho y la figura de su alma mater, Ángel Rama, a la vez que sumó las voces de catedráticos de literatura latinoamericana. Además, se montó una exposición con material de archivo, con curaduría de Marcela Croce.

Los encargados de la apertura de la actividad fueron el subsecretario de Coordinación Académica de la UBA, Samuel Cabanchik, la encargada de los textos y la curaduría de la muestra, Marcela Croce, y el Secretario General de Asociación de Docentes de la UBA, Daniel Ricci, quienes luego de introducir al tema de la jornada, dieron paso a los testimonios de tres figuras relacionadas con los orígenes y la historia de la biblioteca Ayacucho.

Amparo Rama, la hija de Ángel Rama, abrió el panel titulado “Hacedores de la biblioteca Ayacucho”, evocando pasajes centrales de la copiosa y ordenada correspondencia que el fundador de la biblioteca mantuvo a lo largo de los años con los diferentes actores involucrados, desde escritores que serían los prologuistas de las obras hasta familiares de los autores. Sus palabras pincelaron de manera acabada el arduo, tenaz, y por momentos obsesivo trabajo que Rama desarrolló hasta su muerte en un accidente aéreo.

Luego fue el turno de Alicia Migdal y Daniel Divinsky, Secretaria Literaria y Director de Prensa y Distribución, respectivamente, de la editorial a mediados de la década del 70, que recorrieron con anécdotas, recuerdos y documentos, el quehacer cotidiano en los intensos orígenes de este proyecto, que fue acaso el más monumental intento de crear un canon literario Latinoamericano que diera, por una parte, un sentido propio al continente desde el pensamiento de los intelectuales, y que por la otra llevará la obra al mundo entero.

La Biblioteca Ayacucho fue creada en Venezuela por el presidente Carlos Andrés Pérez en 1974, En momentos en el país se vio favorecido por la escalada del precio del crudo dispuesta en 1973 por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), lo que permitió destinar los recursos para este proyecto cultural.

Para llevarlo adelante, fue convocado como director editorial el profesor y crítico uruguayo Ángel Rama, que se encontraba trabajando en Caracas. Allí comienza la historial del proyecto que trazó el canon de textos latinoamericanos que todavía sigue vigente.

Por la tarde, y para ahondar con mayor detalle acerca del estado actual del legado de la Biblioteca, se desarrollaron los paneles Consolidación de una red intelectual a cargo de los expositores Davidson Diniz (USP) -«La figuración brasileña en la Biblioteca Ayacucho»; Facundo Gómez (UBA) -«Ángel Rama: desafíos y lecciones de una editorial latinoamericanista”- y Karina Vásquez (UNQui-UBA) – “Biblioteca Ayacucho: una historia para América Latina”-.

Por último, el panel Texto y paratexto: arte y gráfica en la Colección Clásica, las expositoras Patricia Nobilia, del Museo de Arte Español Enrique Larreta, con su intervención “Juan Fresán y el arte de tapa”, y la curadora de la muestra Marcela Croce (UBA) con un “Decálogo imaginario de la Patria Grande”, fueron las encargadas de abordar el notable diseño artístico que se destaca por sí solo en la colección de libros de la editorial.