Fuerzas policiales de la Provincia de San Juan, en ejercicio de sus funciones oficiales,ingresaron en predios pertenecientes a la Universidad Nacional de San Juan, sin mediar orden judicial, violando flagrantemente la Ley de Educación Superior Nº 24.521, específicamente en su Artículo 31, el cual señala que «la fuerza pública no puede ingresar en las instituciones universitarias nacionales si no media orden escrita previa y fundada de juez competente o solicitud expresa de la autoridad universitaria legítimamente constituida”.
Este accionar policial, que tuvo como finalidad indagar acerca de una asamblea estudiantil que se estaba llevando a cabo en dicho momento, fue debidamente rechazado por las autoridades universitarias, a las que se le suma el absoluto repudio de ADUBA.
Esta triste situación, lamentablemente no es la primera que sucede durante la presidencia de Macri, lo que nos lleva a entender, que por acción u omisión, existe un espíritu de época que soslaya la increíble gravedad institucional de estas acciones, sobre todo cuando no median las inmediatas sanciones que deberían acarrear, en defensa de las muchas veces cacareada institucionalidad republicana.
Todavía resuenan en nuestras conciencias los ecos de “la noche de los bastones largos” con sus terribles consecuencias en el desarrollo de la ciencia local. No sea que estas acciones sean vistas con buenos ojos por ciertas autoridades nacionales, que por su efecto intimidatorio, genere una disminución de la densidad y de la calidad del entramado universitario, promoviendo otra vez más, una nueva “fuga de cerebros”, que descomprima los efectos del estrangulamiento presupuestario a que está sometido nuestro sistema científico-universitario local.