Sostuvo además que “la educación es fundamental para intervenir drásticamente en formas preventivas de violencia”
La especialista en estudios de género Dora Barrancos visitó la sede de ADUBA para dirigir un conversatorio que se realizó en el marco del seminario abierto “Perspectivas y Equidad de Género” de la Maestría en Docencia Universitaria de la Universidad de Buenos Aires. Allí, trazó un recorrido por el origen del patriarcado y su desarrollo en diferentes estadíos de la sociedad, haciendo especial hincapié en su vínculo con la propiedad privada y las teorías que explican esta relación. El rol de educación y la coyuntura actual fueron parte central del encuentro.
Feminismo y educación
A modo de base desde la cual se discutiría el patriarcado en la charla, Barrancos lo caracterizó como “un sistema de exclusiones, un modo de instrucción que tiene una polea de transmisión cuasi-inexorable que se trata del dominio de las mujeres, que se consagra más con la creciente complejización de las sociedades” y destacó el rol de la educación en el camino hacia la igualdad al sostener que “es fundamental para intervenir drásticamente en formas preventivas de violencia”, puesto que desde ella podemos “intentar repensar la cuestión de cómo eliminar las marcas centrales patriarcales que constituyen las fibras íntimas en esta sociedad”.
Feminismo y derechos
Lxs asistentes a la charla trajeron rápidamente al debate la problemática del surgimiento de grupos de derecha vinculados con el movimiento “Salvemos las dos vidas” y con el fundamentalismo religioso, que surgió como oposición a los grupos que apoyaban la aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Al respecto la especialista manifestó que en el caso de los discursos de los primeros, “separaría los fundamentalismos de tipo religioso de las construcciones meramente reaccionarias, por ejemplo las que se vieron claramente en muchos discursos del senado, entre quienes los fundamentalistas eran pocos”.
Luego sumó herramientas para la comprensión de este debate y la lucha que hay que seguir dando con respecto a la “soberanía del cuerpo” como un derecho humano, entendiendo por ejemplo la pérdida de la decisión sobre el propio cuerpo en el caso de los embarazos: “la contingencia del embarazo no puede dar órdenes al cuerpo”.
Feminismo y economía
Otra cuestión que cruzó la jornada es la ligazón entre la economía y el feminismo. En particular, cómo afecta el ajuste económico a las mujeres en Argentina, especialmente el desempleo. Al respecto, Barrancos explicó que los efectos del ajuste económico sobre las mujeres son similares a los que tuvo en los años ‘90, en donde el desempleo de mujeres aumentó ampliamente: “La situación de las mujeres en el mercado laboral es de muchísimo peor que la de los hombres.”
Las mujeres “en promedio están mejor calificadas que los varones, tienen mejor educación formal, egresan más rápidamente y con mejor calificación, y sin embargo esto no ha mejorado”, sostuvo.
Feminismo y lucha de clases
Consultada sobre la articulación entre la opresión de clases y la opresión patriarcal, se refirió al vínculo existente desde la creación del Estado burgués “hubo una réplica del orden burgués patriarcal en las clases trabajadoras”, y advirtió que “tuvo la astucia de que, frente al despojo de los trabajadores, los burgueses dijeron ´ustedes tienen sus mujeres´”. Además explicó que, eventualmente, cuanto más calificado era el trabajo de los obreros, era menos probable que permitieran a las mujeres trabajar fuera de su hogar, con algunas pocas excepciones profesionales, como la docencia.
Dora Barrancos, quien ha estudiado profundamente al movimiento feminismo a lo largo de la historia, aseguró ser optimista con respecto al futuro del movimiento feminista actual: “Este fenómeno es imparable. Ninguna de las feministas viejas pensábamos que íbamos a tener feminismos de masas”.
Sus palabras, entre otras cosas, nos confirman que estamos en momento histórico del que debemos ser parte activa. Desde la Secretaría de Género de ADUBA seguiremos sumando nuestros esfuerzos por una sociedad más justa, y por remediar el sometimiento que la sociedad patriarcal viene imponiendo a todas las mujeres.