“Recen por mí”

Desde la Asociación del Personal de la Universidad de Buenos Aires (APUBA) y la Asociación de Docentes de la Universidad de Buenos Aires (ADUBA), hoy nos unimos al dolor del pueblo argentino y del mundo entero ante la partida del Papa Francisco, quien dedicó su vida al servicio de la justicia social, la dignidad humana y la inclusión.

A lo largo de su liderazgo, el Papa Francisco estuvo comprometido con la justicia social, ofreciendo una visión integral de la misma. En noviembre de 2023, en la Cumbre Mundial del Trabajo de la OIT, dejó un mensaje claro: «No sucumbir a una concepción reduccionista de la justicia social, que se centra exclusivamente en los indicadores económicos y sociales», sino basarse en tres pilares fundamentales: «dignidad humana», «solidaridad» y «subsidiariedad».

En sus palabras, el trabajo tiene un significado profundo: «Trabajo quiere decir dignidad. Trabajo quiere decir llevar el pan a casa. Trabajo quiere decir amar». A lo largo de su pontificado, se mostró crítico con la informalidad y precariedad laboral, y señaló que la justicia social, en muchos casos, parece distante e «utópica» para quienes sufren las peores desigualdades y explotaciones, a menudo a merced de los intereses económicos.

Uno de los cambios más significativos que dejó fue su apertura hacia la inclusión, permitiendo que los sacerdotes bendigan a parejas del mismo sexo, marcando un giro histórico en la postura de la Iglesia sobre el matrimonio igualitario. Su mensaje fue claro: «La Iglesia no debe juzgar a nadie. Todos tenemos que respetarnos unos a otros. ¡Todos!».

Su memoria perdura y mantiene viva la llama de quienes creemos que es posible un mundo más justo, donde la solidaridad no se entienda como un acto de generosidad, sino como un derecho fundamental y una cuestión de justicia.