Durante los últimos años proliferaron los discursos antidemocráticos y criminalizadores de los sindicatos, y sus acciones en defensa de los derechos de los trabajadores, en boca de funcionarios del gobierno de la alianza Cambiemos y sus aliados en los medios hegemónicos de comunicación.
Estos discursos legitimaron acciones preocupantes por parte del gobierno, como la represión en distintas manifestaciones, la persecución política y judicial a sindicalistas y la aplicación de sanciones que van en contra de derechos constitucionales, como el derecho a huelga.
Ya sin reservas, despojados de los tapujos y el decoro, en estos días la violencia contra los trabajadores y sus representantes sindicales se cristalizó y tomó fuerza a través de las declaraciones de Daniel Muchnik, periodista del medio hegemónico Clarín, quien calificó de “matones” a los compañeros sindicalistas y realizó una alarmante declaración al referirse al compañero titular del gremio de bancarios, Sergio Palazzo: “Hay que acabar con esto. En Estados Unidos se acabó con Hoffa matándolo”.
Todos estos ataques surgen nada menos que de la defensa que Palazzo esgrimió sobre el fraude laboral que afecta a miles de trabajadores a los que la empresa Mercado Pago les niega las condiciones laborales que prevé el Convenio Colectivo de Trabajo.
De esta manera, desde los medios hegemónicos se busca fogonear la hostilidad contra las políticas gremiales defendidas por los trabajadores e instigar el rechazo de los ciudadanos argentinos contra la figura de los gremialistas.Sin respeto a su investidura, Macri insulta públicamente
Un aún más profundo repudio merecen las declaraciones del presidente Mauricio Macri, quien entrevistado por el periodista Longobardi en horas de la mañana, y luego de denostar a las figuras de Cristina Kirchner y de Alberto Fernández, se refirió peyorativamente al sindicalismo en general, e insultó a los dirigentes Hugo Moyano (de camioneros), Sergio Palazzo (La Bancaria) y Pablo Biró (aeronáuticos), a los que llamó «patoteros».
Pero esos ataques al sindicalismo y a la oposición no deberían asombrarnos, ya que son consonantes con las medidas que viene llevando adelante en contra del pueblo y a favor de los intereses económicos concentrados el Gobierno que él dirige desde 2015.
Es lamentable que Mauricio Macri, que ni siquiera respeta formalmente su investidura, descalifique e insulte de esta manera a quienes luchan permanente en defensa de la justicia y los derechos de los trabajadores.
Nos solidarizamos con los compañeros agraviados y nos comprometemos a sostener, hoy más que nunca, la bandera de la defensa de los derechos del pueblo trabajador.