Preocupación de los docentes: ¿Es posible la aplicación real de un dictado virtual de las cursadas?

En este contexto signado por la emergencia de la pandemia de coronavirus (COVID-19), y en el marco de las medidas precautorias dispuestas por el gobierno nacional para detener su avance en nuestro país, se dispuso la semana pasada que las universidades nacionales apunten a implementar de forma contingente y transitoria la modalidad de enseñanza a través de los medios virtuales de los que se disponga.

Desde la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN) entendemos y apoyamos las medidas que el presidente Alberto Fernández impulsa y que está arbitrando, contrarreloj, para el resguardo de toda la sociedad  y nos mantenemos en diálogo con docentes de gremios y autoridades universitarias de todo el país y funcionarios del Ministerio de Educación recabando consideraciones sobre las que respectan al ámbito universitario, en especial, la posibilidad real de implementar en tan poco tiempo una modalidad virtual de la enseñanza universitaria. 

En general, creemos que en ciertas materias el dictado virtual puede ser efectivo y en otras puede oficiar de complemento de la cursada, pero hay muchas que son de índole práctica, y no puede ser reemplazadas por esta modalidad.   

También se sostiene que, más allá de la plausible repercusión negativa en la labor docente, ya sea en cuanto a las condiciones laborales como a la calidad de la enseñanza, la modalidad virtual implica contar con ciertos bienes y servicios que hoy en día no están al alcance de todos los estudiantes. La conectividad y los dispositivos electrónicos que parecieran estar al alcance de todo el estudiantado, no son suficientes a la hora de plantear la cursada de las materias en forma virtual. 

Nos encontramos, en muchísimos casos, con que el nuevo escenario pretendido puede generar desigualdades en las posibilidades de acceder a las clases y en cuanto a la realización de los trabajos que, como defensores de la universidad pública, gratuita, inclusiva y de calidad, nos hace mucho ruido.

Por otro lado, como se adelantó más arriba, creemos que la enseñanza totalmente mediada por las interfaces virtuales van en detrimento de la calidad educativa. Al menos en los grandes grupos de los niveles iniciales de las carreras de grado. Creemos que la interacción persona a persona del docente con el grupo en las aulas es, en la mayoría de los casos, insustituible.

Además, la implementación de esta modalidad debe garantizar los derechos de los docentes, y entre ellos, particularmente, las cargas horarias en las dedicaciones simples, los elementos de trabajo y las capacitaciones necesarias para el desempeño regular de la cursada. 

Desde la FEDUN nos mantenemos en diálogo permanente con las autoridades del Ministerio de Educación y de las universidades a los fines de acordar entre todos los actores las medidas pertinentes para llegar a la mejor solución posible, en pos de mantener la calidad educativa y los derechos de todos los docentes y estudiantes universitarios. 

A su vez, llamamos a todos los docentes a apoyar las medidas tomadas por el gobierno nacional que hasta ahora han resultado efectivas contra la expansión de la pandemia, tal como lo demuestra una comparación con otros países, en donde la falta de previsión ha causado estragos.